EDL LEADER 2014-2022

El municipio de Níjar es el más extenso y poblado del Levante Almeriense, siendo él sólo una comarca diferenciada conocida como Campos de Níjar. Dada su extensión, no ha de sorprendernos la variedad de contrastes que Níjar ofrece. A nivel físico y medioambiental, estribaciones serranas se combinan con grandes llanuras, destacando el claro protagonismo del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar.En el plano económico, sorprende la combinación de actividades conocidas como “de toda la vida” -la artesanía, la agricultura y la ganadería tradicional- con la moderna agricultura y los servicios. Y, en el plano social, destaca la convivencia de distintas culturas, fruto del despegue económico de los últimos años.

Asimismo, Níjar destaca por su rico Patrimonio Cultural, con importantes manifestaciones en el campo de la Etnografía.

• Población: 17.824 hab.
• EXTENSIÓN: 601 km2
• DENSIDAD: 29,65 hab/ km2
• PEDANÍAS: Agua Amarga, Los Albaricoques, Campohermoso, Los Escullos, Fernán Pérez, Hornillo, Hortichuelas, Huebro, San Isidro de Níjar, La Isleta del Moro, San José, Las Negras, El Pozo de Los Frailes, Rodalquilar, El Romeral, Ruescas, Saladar y Leche, Los Tristanes, Venta del Pobre, Los Alemanes, Atochares, El Barranquete, Campillo de Gata, Los Carrillos, Los Jiménez, Las Mañicas, La Matanza, Los Nietos, San Pedro, La Perdiz, Los Pipaces, Pozo del Capitán, Puebloblanco, Pujaire y Los Tristanes.
• GENTILICIO: Nijareños y nijareñas

El 72,41% de esta superficie protegida se ubica en el municipio de Níjar. El Parque cuenta con una serie de infraestructuras y servicios, públicos y privados, para su mejor conocimiento y disfrute por parte de los visitantes. Como puntos clave de información está el Centro de Visitantes de Amoladeras y la Oficina de Información de Rodalquilar, así como otros puntos estacionales en los miradores que conforman la red de observatorios: Amoladeras, Sirenas, Vela Blanca, Isleta del Moro, Amatista y Los Muertos. Asimismo existe una amplia red de senderos señalizados para favorecer las rutas pedestres. En los distintos núcleos poblacionales dentro del Parque, los visitantes encontrarán distintas ofertas de alojamientos, restauración y ocio (deportes, exposiciones, paseos en barco, guías de senderismo…) para un mejor acercamiento a las peculiaridades de Cabo de Gata.

En Níjar encontramos numerosos ejemplos de la arquitectura defensiva tanto de época Nazarí (Torre del Cerro de los Lobos, Torre de la Testa y Torre de la Vela Blanca) como de los siglos XVI y XVIII. Excepto la Atalaya de Níjar, que formaba parte del sistema defensivo amurallado de la Villa, el resto se localiza a lo largo de la costa, dentro de los límites del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. Del siglo XVI, tenemos el Castillo de San Pedro, la Torre Fuerte de los Alumbres y el Cortijo Fortificado de la Rambla del Plomo. Al siglo XVIII pertenecen la Batería de San Ramón, la Batería de San Felipe, la Torre de Cala Higuera, el Castillo de San José y el Castillo de San Francisco de Paula.

El entramado urbano del casco histórico de la Villa de Níjar, mantiene sus características de origen musulmán, con calles estrechas y laberínticas, plazas y adarves. En lo alto, dominando el valle, encontramos la Atalaya del siglo VIII, reformada en época nazarí (s. XIII-XV). Esta torre formaba parte de la estructura defensiva amurallada que rodeaba al núcleo en el siglo X. Desde la Atalaya tenemos una visión panorámica de la Villa, surcada por las vegas que acogen los abancalados huertos familiares, con naranjos u otros frutales.

Este bello edificio que fue iniciado en la segunda mitad del siglo XVI, sufrió varias transformaciones en los dos siglos subsiguientes. Situado sobre la antigua mezquita, la influencia mudéjar es notoria, sobre todo en sus elementos ornamentales. De su interior, destaca el admirable artesonado obra de maestos ebanistas de la época.

La arqueología industrial generada por el desarrollo la minería del siglo XIX cuenta con dos enclaves significativos en el municipio de Níjar. Por un lado, el complejo minero y ferroviario de Agua Amarga y por otro, el conjunto de las minas de oro de Rodalquilar, ambos localizados en el espacio protegido del Parque Natural de Cabo de Gata perteneciente al municipio de Níjar.

En Agua Amarga se aprecian los restos del tramo final del antiguo ferrocarril minero que traía el hierro de las minas de Lucainena y restos de los depósitos para almacenar el mineral. Cuando la línea estaba en funcionamiento, desembocaba en un gran muelle metálico a 14 m sobre el nivel del mar.

En Rodalquilar la minería se practicaba desde tiempos prehistóricos, deteniéndose la actividad tras la presencia romana. A mitad del siglo XIX se retomó la actividad minera, si bien no fue hasta la mitad del siglo XX cuando se hallaron impotantes vetas de oro. A partir de aquí las minas pasaron por distintas etapas hasta que fueron cerradas y abandonadas en 1966. A finales del siglo XX, la Consejería de Medio Ambiente se hizo cargo tanto de las instalaciones como de las viviendas mineras, para alojar dependencias y servicios del Parque Natural.

En Huebro fluye una fuente cuyo caudal discurre incesantemente hasta llegar a la Villa de Níjar. Además del encanto paisajístico, otra particularidad anima a dar un buen paseo por este bello lugar. Nos referimos a la sorprendente localización de gran número de molinos hidráulicos, relacionados con la tradición de origen hispanomusulmán y morisco. Dichas construcciones emblemáticas, alcanzan una concentración especial en el paraje conocido como Ribera de los Molinos.

Otros elementos relacionados con el agua y que modelan los paisajes nijareños son los aljibes y las norias. Los aljibes sirven para recoger y almacenar agua de las escorrentías, mientras las norias son mecanismos para elevar y aprovechar las aguas subterráneas. Encontramos una gran concentración y variedad de aljibes en el poblado denominado El Higo Seco, mientras en el Pozo de los Frailes encontramos una noria restaurada y en funcionamiento.